Más que un juguete, un símbolo jerárquico
Más que un juguete, un símbolo jerárquico
por Ricardo (Rik WH) López Ramírez
Dime cuántos “juguetes” tienes y te diré quién eres.
¿Eres de las personas que le compra muchos “juguetes” a tu compañero canino y se los otorgas a diestra y siniestra?
Debes prestar atención al significado que tiene para tu perro esta simple e “inocente” acción, ya que puede generar algunas situaciones ríspidas en la relación y comunicación que tienes con él. Quédate y continúa leyendo para saber qué significa para tu compañero y cómo por medio de un correcto otorgamiento puedes optimizar la comunicación y mejorar la relación que tienen.
Hola, soy Rik WH! y es un gusto que estés leyendo un nuevo blog que preparé para ti. Primero que nada, vamos a utilizar algunos conceptos que ya conocemos y que la mayoría de las veces los cambiamos para una mejor comprensión, aunque esto nos lleva a contextualizar en un entorno “muy humano”. Primero, sustituiremos el término “juguete” por “recurso”, y cuando ya haya un acúmulo de recursos y sean poseídos por tu compañero canino, les llamaremos “trofeos” (McKenna, Martin. What’s your dog telling you?, 2011). ¿Parece algo confuso? No te preocupes, a continuación lo explicaré para que sea más claro.
En el mundo del perro los recursos son las cosas más sagradas que puede haber; muchos terapeutas caninos, adiestradores, etólogos y educadores de cualquier sistema (método positivo, cognitivo-emocional o las nuevas técnicas experimentales) dan testimonio de ello.
Antes de empezar, recordemos que algunos de los recursos más importantes que el perro identifica son: comida, libertad, sexo, afecto-contacto, entre otros.
Estos recursos son una serie de elementos comunicativos que si los pusiéramos a un nivel semántico cada uno tendría un significado propio. De manera que en su combinación general representan una sintaxis comunicativa para el perro.
De esta manera, cuando aprendemos y comprendemos la semántica de cada uno de los recursos que son importantes para el perro, entonces nos volvemos buenos gestores de recursos y somos capaces de respetar y reorganizar la estructura comunicativa que tienen los perros entre sí y para con nosotros.
Una vez que repasamos lo anterior, abordemos el tema en cuestión. Los objetos que socialmente llamamos juguetes, para el perro no lo son, para él son recursos que se encuentran en el entorno en el que él y otros individuos competirán para apropiarse de ellos, por lo que busca marcarlo con su aroma, dentelladas, saliva, etc. Pero, ¿cómo compite? Si es un individuo que sabe comunicarse de manera asertiva y es seguro de sí mismo, lo realizará por medio del ritual del juego (en otro blog profundizaremos más sobre ello), de manera que correrá, saltará, vocalizará, etc., para obtener de manera competitiva (sana) el recurso ante los demás individuos.Cabe aclarar que es importante conocer el nivel de dominancia que tiene el perro, porque de ello depende su testarudez al momento de competir.
Cuando el ritual termina, quien “gane” será merecedor de tener el recurso cerca, dentro de su distancia crítica. En ese momento el recurso deja de serlo y se convierte en un trofeo. Cuando el individuo postra el trofeo cerca de él y a la vista de los demás, el mensaje resuena para él y para su entorno, el mensaje se puede interpretar como “vean, he ganado lo que querían y por ello yo soy más importante que ustedes”.Cabe resaltar que el perro se siente importante, no mejor, pues éste último es un calificativo que aplica más en los humanos. En el perro lo que es relevante es la importancia, la cual se traduce en jerarquía respecto del resto de individuos.
Cuando un perro tiene mayor importancia su jerarquía aumenta y a ello le sigue la idea de ser el guía (comúnmente llamado líder) de la jauría. Lo que implica que su conducta es para guiar y no para seguir. Entonces, cuando un perro tiene muchos trofeos, el mensaje es que tiene mucha jerarquía, es decir, es demasiado importante.
¿Cómo impacta esto en nuestros compañeros caninos dentro de casa? Por lo general, le otorgamos varios juguetes a nuestro perro y dejamos que tenga libre acceso a ellos, si tomamos en cuenta lo que señalamos antes, esto significa que le hemos dado demasiados trofeos sin siquiera haber competido por ellos, conducta con la que le estamos haciendo creer que es mucho más importante que nosotros. Por supuesto que esto no es su culpa, pues somos nosotros los que lo hemos posicionado en ese rango jerárquico, aun cuando la mayoría de las veces lo hacemos de manera inconsciente.
Y como sucede cuando se realiza una modificación de pensamiento, habrá una consecuente conducta que derivará en un perro que no nos va a obedecer, con problemas de conducta, falta de vínculo y que estará compitiendo con nosotros, pues le habremos hecho creer que tiene una posición jerárquica superior a la nuestra.
Ahora lo sabes, si tu compañero canino tiene muchos trofeos en su entorno y puede acceder a ellos a su antojo, el mensaje que le estás reforzando es “tú eres el guía (líder) y yo tu seguidor (follower)”.
Es un gusto poder compartir este conocimiento contigo, por favor comparte y difunde para que más gente forme parte de la jauría, y anímate a probar los servicios que ofrezco.
Nos vemos en el siguiente blog.
Aullidos de felicidad
¡¡¡Auuuuuu… Auuuuu!!!
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Mi perro es el reflejo de lo que soy
Hola! Creo que no estaba yo tan errada cuando tenía a mi compañera Camille, teníamos un gran vínculo. Gracias por compartir . Saludos!
Es muy grato saberlo. Ese vínculo siempre vive en la eternidad. Gracias a ti @Vanessa por leerlo. Saludos.
Interesante contenido y muy buena explicación. Me ayudó a tener una referencia más sobre la comunicación y cómo relacionarme con mi compañero canino. Gracias
Qué tal @Tania! Muchas gracias por tu comentario. Es bueno leer que te ha sido de utilidad. Saludos!!